La pascalina, una de las primeras calculadoras mecánicas inventada por Blaise Pascal en 1645 para ayudar a su padre en su trabajo como contador, permitía realizar sumas mediante ruedas y engranajes. Más tarde, Gottfried Leibniz perfeccionó esta máquina para que también pudiera multiplicar. Las sumadoras son calculadoras especializadas para cálculos contables que permiten realizar grandes sumas de forma automática.